Ideas para trabajar el respeto por el medio ambiente en familia

Podemos realizar un sinfín de actividades en familia para trabajar la importancia de cuidar el medio ambiente con los más pequeños. Pero ninguna de ellas tendrá sentido si no somos capaces de transmitirles el valor real de esa actividad. Para conseguirlo, debemos convertirla en una constante de nuestra vida familiar, es decir, en algo que vaya más allá de un pasatiempo de fin de semana. Y debemos ser capaces de explicarles y contarles de manera clara y comprensible el por qué de cada una de las acciones que realizamos. Y es que no se trata de convertir nuestro hogar en un taller de actividades, sino de optar por un modelo de vida y consumo responsables para que, de este modo, nuestros pequeños lo interioricen de un modo natural. A continuación, te proponemos algunas ideas que te ayudarán a conseguirlo.

1. Reflexionad juntos sobre el impacto medioambiental de vuestros hábitos de vida actuales.

¿Hasta qué punto vuestro hogar es sostenible? ¿Vuestros hábitos cotidianos tienen en cuenta el respeto por el medio ambiente? ¿Qué podéis hacer para reducir el impacto de vuestras acciones sobre el planeta? Para contestar a estas preguntas tan genéricas, podéis partir de cuestiones mucho más sencillas y, a partir de aquí, trabajar juntos para hacer cambios significativos en vuestra vida cotidiana, para, por ejemplo: ahorrar agua, mejorar la gestión de los residuos, reciclar y reutilizar materiales, reducir el consumo de energía, realizar un consumo más responsable o contaminar menos.

2. Marcaos objetivos razonables y buscad las estrategias más efectivas para lograrlos

Si, por ejemplo, llegáis a la conclusión que estáis desperdiciando mucha agua, definid juntos cómo podéis reducir el consumo. Por ejemplo: cerrar el grifo mientras te cepillas los dientes, tirar de la cadena del váter usando la mitad de la carga, cerrar un poco la llave de salida del agua para que no salga tanta cantidad o cambiar la bañera por un plato de ducha. No es necesario hacer cambios radicales difíciles de mantener a largo plazo. A veces, las pequeñas acciones son las que marcan la diferencia.

3. Adoptad estos nuevos hábitos en familia y predicad con el ejemplo

Decirles a los pequeños que cierren el agua mientras se cepillan los dientes y no hacer lo mismo al afeitarse no es un buen modelo de conducta. Como tampoco lo es pedirles que se desplacen en bicicleta mientras seguimos cogiendo el coche para ir a comprar a la tienda de la esquina. Trabajar el respeto por el medio ambiente en familia implica la adquisición de un compromiso a largo plazo, especialmente por parte de los adultos.

4. Dad valor a las ideas y comentarios de los más pequeños.

La educación en ecología es más difícil para los adultos que para los niños, ya que, en la práctica, resulta más complicado cambiar hábitos que adquirirlos. El respeto por la naturaleza es una cuestión de actitud en lo cotidiano, una actitud que actualmente los niños aprenden desde pequeños y que los mayores hemos tenido que rectificar con el paso de los años. Al escuchar sus ideas y comentarios sobre nuestros hábitos no solo descubriremos que tenemos mucho que aprender de ellos, sino que, además, reforzaremos su autoestima y personalidad.

5. No busquéis excusas para seguir haciéndolo mal.

Si pedimos constancia y compromiso a los pequeños, debemos hacer lo mismo. Siempre. Sin buscar excusas y sin hacer excepciones. En ocasiones, cuando los adultos hacemos algo mal y los pequeños lo detectan, tendimos a buscar una excusa para justificar nuestro comportamiento. En este sentido, si en una ocasión detectan que hemos olvidado cerrar el agua del grifo, es importante darles la razón e intentar que no se repita, sin buscar excusas.

6. Interiorizad y transmitid la importancia de los cambios

En ningún caso debemos obligar a los pequeños a realizar estos cambios “porque lo digo yo”. Si queremos que sean realmente efectivos, deben entender el porqué de los mismos, buscando razones cercanas y comprensibles que les ayuden a entender los beneficios que tendrán para su futuro. De este modo los interiorizarán y aplicarán a largo plazo con un compromiso que irá mucho más allá de una obligación impuesta.

7. Hablad del tema en familia.

Hay muchas ocasiones para abordar de forma concreta y cercana el tema de la ecología. Las noticias de actualidad son una gran fuente de oportunidades para hacerlo. Un incendio provocado, una sequía o un desastre natural pueden ayudarnos a explicarles por qué es importante adquirir un compromiso con el medio ambiente y cómo nuestros hábitos pueden ayudar a preservar nuestro entorno.

Y es que el mejor modo de trabajar el respeto por el medio ambiente en familia es comprometerse juntos a adoptar un modo de vida acorde con esta filosofía y realizar los cambios necesarios para conseguirlo. Estos cambios empiezan por nosotros mismos.

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