Desarrollo infantil: La importancia del juego simbólico

Para los niños todo es nuevo y sorprendente. Están inmersos en un mundo de sensaciones y experiencias que van asimilando y almacenando a modo de conocimientos mientras crecen. Es muy importante que los padres proporcionen a sus pequeños el tiempo suficiente y necesario para jugar, ya que mediante el juego simbólico, los niños pasan de ser espectadores de la realidad a ser los auténticos protagonistas.

Podrán evocar un acontecimiento vivido que les haya impresionado, quizás revivir una aventura excitante, o sencillamente imitar a sus padres en cualquier situación cotidiana.

juego-simbolicoEs muy estimulante y divertido inventar situaciones en las que pueden hacer cosas que a menudo, en la vida real, resultan imposibles para ellos. Jugar a ser policías o preparar una rica comida en una cocina infantil les ayuda a comprender su entorno, a organizar sus conocimientos y a desarrollar la memoria, la atención, la imaginación y la creatividad.

Asimismo, es una estupenda arma socializadora dado que al ponerse en la piel de otro personaje, tiene la oportunidad de empatizar con los sentimientos, emociones o roles de éstos y salir un ratito de su habitual “yo”.

También está estrechamente relacionado al desarrollo del lenguaje infantil ya que al dar de comer a la muñeca o acostarla, repetirá las frases que suelen enmarcar este tipo de situaciones: “debes comértelo todo” o “es la hora de ir a la cama“. Esto es verdaderamente importante, porque que el niño empiece a expresar verbalmente lo que antes sólo expresaba con acciones significa que ha empezado a jugar con las ideas adelantando sus intenciones, sus historias,  alimentando así su imaginación y potenciando  y estimulando el desarrollo del lenguaje.

Según Jean Piaget, famoso psicólogo y biólogo muy conocido por sus estudios sobre la infancia y por su teoría del desarrollo cognitivo y de la inteligencia, el juego simbólico se enmarcaría dentro de un periodo conocido como Estadio Preoperatorio y se caracteriza por tener diferentes fases de maduración.

En sus inicios, alrededor de los 18 meses, el juego simbólico es de tipo individual, para progresivamente ir transformándose en un juego colectivo.
Los niños empiezan  poniendo en práctica el “como si..”, como si durmiese, como si comiese, como si cayese, o proyectan estos actos en otros: el osito duerme, el osito come.jugar-con-amigos

Un poco más adelante, el símbolo es un poco más complejo, su imaginación va más allá cuando un objeto se convierte en otro: una piedra es un coche o una cuchara es un avión.

De este modo, poco a poco, el juego simbólico es cada vez más elaborado. Mediante combinaciones simbólicas (el osito va caminando hacia la escuela), combinaciones compensadoras (el niño juega a que come cosas que en realidad no puede comer), liquidadoras (imagina que va al médico) o combinaciones anticipatorias (el osito ha comido demasiado chocolate y ahora le duele la barriga, el niño puede expresarse libremente, sin restricciones, transformando una situación estresante en otra a su gusto que le ayuda a sentirse mejor o incluso, a superar miedos.

Hacia los 3-4 años el juego simbólico empieza a ser mucho más colectivo, con construcciones mucho más complejas, simulacros donde intervienen diferentes personajes y donde los niños se atribuyen distintos roles llegando a hacer auténticas representaciones teatrales en sus espacios de recreo (una familia con mascota incluida, que se va de vacaciones por ejemplo).

En resumen, el juego simbólico ayuda al niño a comprender su entorno, a desarrollar su lenguaje e imaginación, a superar situaciones estresantes y a empatizar contribuyendo activamente en su desarrollo emocional.

Por todo esto, padres, debéis dejar jugar a vuestros hijos, y a menudo, observar su juego ya que os proporcionará valiosas pistas sobre su pensamiento y sus preocupaciones si las hubiese. Jugar es pues, una forma de aprendizaje importantísima que les conducirá finalmente, a formar su propio pensamiento.

Categorías relacionadas:

Compartir en:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *