Las hamacas, columpios o balancines para bebés son prácticos y cómodos: un artículo de puericultura que podemos encontrar en muchos hogares de familias con bebés. ¿Por qué son tan útiles? ¿Qué beneficios tienen?
Partiendo de la base que nada sustituye a los brazos de los padres y que los niños necesitan moverse para desarrollar sus habilidades motoras, orientación, etc. las hamacas son una solución ideal para aquellos momentos, inevitables, en los que los padres deben dejar a los pequeños en un lugar seguro para hacer alguna tarea. Poner una lavadora, planchar, secarse el pelo, preparar la cena o atender una llamada son cosas complicadas cuando hay que estar pendiente de la seguridad de un bebé. Las hamacas permiten a los padres tumbar a los niños en un lugar seguro, cerca de ellos, mientras llevan a cabo tareas domésticas o trabajo.
Quizás pensarás que esta función también la puede realizar una cuna o un parque para bebés… pero el resultado no es el mismo. Las hamacas permiten al pequeño observar todo lo que tiene en su alrededor, sin limitar su campo de visión. Además, suelen ser fácilmente transportables y ligeras, para colocarlas en el comedor, en la cocina, en la habitación… donde sea necesario.
Como, además, las hamacas para bebés suelen ser reclinables y permiten diferentes posiciones de inclinación, en algunos momentos pueden realizar funciones complementarias a las que en un principio les corresponden. Por ejemplo, pueden servir para dar de comer al bebé: primeras papillas o incluso biberones, cuando no nos va bien desplazar a los niños a la trona.
También pueden servir para que el bebé haga una pequeña siesta, o incluso para que juegue, ya muchas hamacas tienen la opción de colgar arcos de juguetes. Con las dos manos libres pueden coger objetos, tocarlos, morderlos, chuparlos… y jugar durante un buen rato, con la ventaja de encontrarse sujetos en un lugar seguro y cómodo.
Pero para beneficiarnos de las ventajas que ofrecen las hamacas, debemos seleccionar una que sea ergonómica, cómoda, transpirable, estable y fácil de lavar. En definitiva, que sea un producto seguro para el cuerpo del bebé y en relación con su entorno.
