Beneficios de jugar con la arena

¿Sabías que la arena es extremadamente beneficiosa para los niños? Olvida, por un momento, la suciedad que provoca en casa, o el hecho de tener que pasarte todo el día sacándola de la boca o de los ojos de los niños. Obviamente, siempre hay que ir con cuidado con la arena, especialmente en los niños más pequeños. Pero los beneficios son, de hecho, mucho más grandes que los inconvenientes. Son tantas las ventajas, que resulta difícil saber por dónde empezar…

Jugar con la arena es muy importante para el desarrollo sensorial de los más pequeños, ya que estimula el tacto (permite sentir diferentes texturas y temperaturas), la visión (es útil para crear diferentes formas y colores), el olfato, el oído…

El estímulo del tacto tiene implicaciones positivas tanto en el crecimiento como en la coordinación motora de los niños. La motricidad fina se puede desarrollar, por ejemplo, a base de ir tocando y de intentar recoger los pequeños granos de arena. La motricidad gruesa mejora gracias al movimiento libre, y de actividades como correr o saltar.

Otro aprendizaje muy interesante gracias a la arena es el de conceptos opuestos, como «lleno» y «vacío», «liviano» y «pesado», «seco» y «mojado», «caliente» y «frío», etc. Sobre todo, cuando los niños llevan a cabo diferentes actividades con moldes, cubos y palas.

set-de-4-moldes-para-arena-o-nieve

Jugar con la arena es beneficioso para niños muy inquietos, ya que tiene un efecto tranquilizador en ellas, lo que les ayuda a concentrarse, a calmarse y a compartir. También gracias a ella, los niños son más resistentes a alergias y a enfermedades, ya que el contacto con la naturaleza estimula el sistema inmunitario de los más pequeños.

Además, la arena desarrolla la creatividad, pero también la habilidad para planificar y desarrollar estrategias, pues ellos mismos deciden lo que van a crear y cómo lo van a hacer.

Los juegos con arena son casi ilimitados: observar la arena escurrir por tubos, cañerías, embudos y botellas de plástico; dibujar con palillos encima de ella; planear y construir caminos, castillos, montañas, animales; crear comida con elementos de la naturaleza (hojas, palos, flores…); cavar agujeros; esconder y encontrar objetos; enterrar y desenterrar partes del propio cuerpo, etc.

Pero ¿dónde jugar con arena? En el parque, por ejemplo. El olfato y el tacto son sentidos muy importantes para los niños; por este motivo, es ideal llevarlos al parque y enseñarles a jugar con la arena, con la ayuda de un balde y de una pala. Otra opción es llevarlos hasta la playa. Allí podrán estarse jugando durante un buen rato, sin olvidar (¡claro!) que se deben respetar los horarios más adecuados según el sol, y utilizar siempre el protector solar.

conjunto-para-hacer-castillos-de-arena-azulCuando no hay un parque o una playa cerca, también hay excelentes soluciones en el mercado, como los areneros para niños. También conocidas como tanques de arena infantiles, disponen de un espacio amplio, pero bien delimitado, lo que ayuda a marcar los límites de la arena y la distribución del espacio. Disponer de un arenero también es saludable para la interacción con otros niños a través del lenguaje, enriqueciendo el vocabulario, haciendo que los pequeños sean más comunicativos y creativos, y promoviendo la socialización y la solidaridad.

arenero-madera-cuadrado-119cm

Al favorecer el juego en grupo, una caja de arena infantil lleva a los niños a planear sus creaciones. De esta forma, incluso los más tímidos consiguen trabajar mejor e interactuar con las otras sin exponerse demasiado.

arenero-con-toldo-palm-beach

Bien, ahora que ya conocemos los beneficios de jugar con arena, ya podemos planear diferentes actividades con nuestros hijos en el parque, en la playa, o incluso en el jardín de casa. Sólo necesitamos algunos juguetes y mucha imaginación.

Compartir en:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *