Howard Gardner, en su libro “Estructuras de la mente” define la inteligencia Corporal-Cinestésica como la capacidad de controlar los movimientos corporales propios y la capacidad para manejar objetos con habilidad. Estas capacidades pueden existir por separado, aunque lo más habitual es que vayan de la mano.
Las personas con una alta capacidad cinestesicocorporal suelen ser hábiles adquiriendo destrezas físicas, les gusta moverse y expresar sentimientos y emociones con el cuerpo (bailarines, actores, instrumentistas…) o fijarse metas que constituyan un reto a sus propias limitaciones (atletas, deportistas, etc.,)
Esta capacidad también es propia de aquellas personas que tienen facilidad para trabajar hábilmente con objetos, especialmente con las manos, como los cirujanos, los inventores, artesanos, artistas, mecánicos, etc.,
Para desarrollar estas capacidades, se requiere una combinación de varios factores como la coordinación, el equilibrio, la rapidez, la fuerza, la velocidad, la exactitud… así como la observación, la destreza o el ingenio.
Por eso, como ya hemos dicho en otras ocasiones, todas las inteligencias deben entrenarse, aunque inicialmente se posea una mayor capacidad en una o en varias de éstas.
Relacionado con esto, es importante apuntar a la existencia de diferentes estudios a nivel mundial que han demostrado que el ejercicio físico mejora el rendimiento intelectual y disminuye el estrés mental. Por ejemplo, la neurofisióloga británica Sally Goddard, ha demostrado que los niños que no han desarrollado correctamente cada etapa neuromotora, suelen presentar problemas con la lectura, la escritura, la audición y la atención.
Por eso defiende que el movimiento y el aprendizaje están directamente relacionados y explica que los niños deben explorar con su propio cuerpo y con el espacio físico para desarrollar aquellas habilidades que le serán necesarias en el futuro.
Su consejo, que el bebé pueda jugar en el suelo con plena libertad de movimientos, y que al crecer, pueda disfrutar de espacios abiertos y de oportunidades de movimiento.
Así que tanto si tu hij@ destaca en I. corporal-kinestésica como si no, procura que se mueva, juegue y explore con espacio suficiente. Algunas actividades y juegos adecuados serían:
– Jugar con amigos a las carreras, al escondite, hacer circuitos, hoyos en el suelo, etc.,
– Jugar con columpios, toboganes y camas elásticas.
– Usar juegos de puntería (bolos, dianas, etc.,), pelotas, cuerdas de saltar..
– Fomentar el equilibrio con bicicletas -primero sin pedales y luego con-, patines y monopatines…
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