Las grandes hazañas de la humanidad conllevan una gran dosis de preparación, creatividad y constancia. Suelen provenir de personas curiosas que no se rinden a la primera y que sueñan a lo grande.
Hoy nos centraremos en los grandes exploradores, personas que anhelan salir de su círculo de confort y descubrir nuevos horizontes. Quizás el más célebre explorador sea Roald Amundsen, un noruego nacido en 1872 cuya gran obsesión era conquistar los lugares más fríos del planeta. Por eso, con sólo 8 años ya dormía con la ventana abierta todo el año para acostumbrarse al frío.
Roald Amundsen
El paso del tiempo sólo sirvió para acrecentar su empeño en lograrlo preparándose a consciencia: se formó como marinero, practicó deportes invernales y aprendió técnicas de supervivencia al lado de los Inuits. Tras serle arrebatada la conquista del Polo Norte por parte de una expedición norteamericana, Roald decidió lanzarse a la conquista del Polo Sur, lo cual logró el día 14 de diciembre de 1911 entrando a formar parte de la historia de la humanidad.
Todo esto no sin antes tener que tomar decisiones controvertidas y difíciles como tirar todas sus pertenencias por la borda del barco para aligerar peso ¡incluso el dinero de la expedición! comer carne de perro o arriesgarse a cruzar un glaciar del que no existía mapa alguno para acortar el trayecto a pesar de ser más arriesgado.
Expedición Roald Amundsen en la conquista de la Antártida
Jacques Cousteau fue otro explorador de excepción que se dedicó a escrutar las profundidades marinas y que nos deleitó con cientos de horas de metraje de vida submarina. Cuentan que ya de niño se entretenía con juguetes mecánicos y con cámaras en el agua.
Jacques Cousteau
Hizo además un aporte fundamental al buceo; incomodado por las limitaciones de las máscaras subacuáticas del momento, desarrolló junto a Emile Gagnan el Aqua-Lung, una escafandra autónoma que permitía respirar bajo el agua más tiempo y sin necesidad de tubos.
Y si hablamos de exploradores de actualidad, tenemos que hablar necesariamente de Tania Aebi y de Laura Dekker, quienes lograron dar la vuelta a la tierra en solitario en sus respectivos veleros.
Tania Aebi
Tania, la pionera, se embarcó con 18 años haciendo escala en 23 países a lo largo del camino y logró completar su objetivo 2 años después. Plasmó sus vivencias en un libro que sirvió de inspiración a Laura Dekker de tan sólo 8 años quién se embarcó en la misma aventura al cumplir los 14 años. Valentía, ímpetu y un gran sueño por delante.
Laura Dekker
En Eurekakids creamos juguetes para despertar la curiosidad de los niños, para que se diviertan experimentando, para que sientan y para que imaginen que son científicos, inventores o exploradores geniales como los protagonistas de este post.
