Lecturas en verano: la mejor estación del año para leer

El verano es un momento perfecto para leer. Los meses de julio, agosto y parte de septiembre, los niños tienen más tiempo libre y no acumulan tanto cansancio del colegio o de las actividades extraescolares. Aunque la lectura les debe acompañar durante todo el año, es en verano cuando pueden plantearse «devorar» un libro tras otro.

A todos los beneficios que tiene la lectura por sí misma, como la mejora del vocabulario y de la expresión oral, el incremento de la capacidad de concentración y de atención, el fomento de la curiosidad y del conocimiento del mundo, el desarrollo de la personalidad… hay que sumarle otro, incluso más importante: ¡la lectura es muy divertida! Por este motivo, es nuestra aliada perfecta para los largos días de verano. Se ha acabado lo de oír frases como: «¿Qué hago? Me aburro». La respuesta es coger un libro y empezar a leer.

Si queremos fomentar una buena relación con la lectura en verano, ¡nos serán muy útiles estos consejos!

– Tanto si vamos a viajar, como a movernos a una segunda residencia o a alquilar un apartamento cerca del mar o de la playa, los libros deberán ocupar un espacio preferente en nuestra maleta. Una buena forma de motivar a los pequeños es dejarles elegir qué libros quieren meter en su equipaje.

– Como la lectura es más divertida cuando se comenta o comparte con los amigos o la familia, es muy importante aprovechar los momentos que pasamos juntos como las comidas familiares o los viajes en el coche para explicar qué aventuras estamos leyendo, ofrecer recomendaciones sobre nuevos libros… y hacer preguntas a los niños sobre sus lecturas actuales.

– Y es que predicar con el ejemplo es fundamental. Los niños que ven a sus padres leer tienen más interés en la lectura. Por este motivo, los adultos también debemos ser constantes y aprovechar el verano para leer, tanto para nuestro enriquecimiento personal como para que los pequeños nos vean.

– Muchas bibliotecas, públicas o privadas, permanecen abiertas durante los meses de verano, aunque ajusten sus horarios habituales. Podemos instaurarnos la rutina de hace una excursión a la biblioteca uno o dos días a la semana con nuestros hijos, buscar libros para su edad, leerlos allí mismo, coger algunos prestados e incluso pedir recomendaciones a nuestro bibliotecario de confianza. Puede que incluso nuestra biblioteca organice actividades durante esta época del año, como exposiciones o lectura de cuentos. Todas ellas serán ideales para pasar un buen rato cada semana, en un entorno tranquilo y climatizado.

– Cuando son pequeños, es importante coger un cuento y sentarnos con ellos a leer. Esta rutina, que durante el resto del año puede ser habitual antes de ir a dormir, por ejemplo, en verano se puede extender mucho más rato y en otros momentos del día. Este momento de proximidad y de intimidad con los padres es muy saludable y agradable.

– Paralelamente a la lectura, podemos organizar actividades que estén relacionadas con las temáticas que los niños están leyendo y que promuevan su interés por esas historias. Por ejemplo, si nuestro hijo está leyendo un libro sobre piratas, podemos montar una «sesión» de fiesta de disfraces improvisada, con trajes de piratas y maquillaje para la cara. Si está leyendo un libro que tiene su correspondiente película, cuando lo termine podemos montar una sesión de cine en casa con palomitas y verla todos juntos. Si el libro está ambientado en algún sitio próximo a nosotros, como una ciudad o un paisaje determinado, podemos organizar una excursión y visitarlo. ¡De esta forma, su interés en estos libros crecerá y estaremos haciendo actividades muy chulas con toda la familia!

Y recuerda que en Eurekakids disponemos de un amplio catálogo de juegos para aprender a leer y escribir, ¡que también serán muy útiles para iniciarles en la lectura en verano!

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