En los últimos años se han multiplicado el número de estudios centrados en averiguar los efectos de la práctica musical en el cerebro humano. Aunque todavía queda mucha investigación por hacer, ya sabemos que el hecho de tocar un instrumento puede ser considerado tanto terapia como fuente inagotable de beneficios. Creatividad, imaginación, memoria, coordinación, expresión corporal, curiosidad, agilidad, relaciones sociales… son algunas de las habilidades más utilizadas (y potenciadas) a través de la interpretación de la música.
Los instrumentos musicales de juguete permiten a los niños más pequeños aproximarse al mundo de la interpretación mediante el juego, al mismo tiempo que pierden el miedo a explorar la relación entre los objetos y su capacidad por generar sonido. Estamos totalmente convencidos que, detrás de algunos de los actuales grandes músicos de nuestro país hubo alguna vez una guitarra, una flauta o un tambor de juguete.
De instrumentos musicales de juguete que puedan cumplir esta función hay muchísimos tipos. La percusión sigue siendo el primero gran grupo recomendado para edades tempranas; de hecho, hay un momento en el que los niños tienden a convertir cualquier objeto a su alcance en un improvisado tambor o en una batería. Pero ¿por qué quedarse sólo con la percusión? Hoy os animamos a montar una auténtica orquesta infantil.
Una orquesta es un conjunto instrumental clásico dirigido por un director. Puede ser sinfónica si es una agrupación de gran tamaño con instrumentos de viento, cuerda y percusión; de cuerda si solo encontramos violines, violas, violonchelos y contrabajos; de cambra, si contiene varios tipos de instrumentos pero en menor cantidad… y un largo etcétera. En una orquestra se pueden combinar un sinfín de instrumentos e intérpretes. Justo este verano, en Frankfurt se estableció el récord de la orquestra más grande de todos los tiempos, ¡que incluía más de 7.500 músicos!
Por supuesto, nuestra propuesta no es llegar a construir una orquesta que supere el récord Guiness, sino conocer algunos juguetes que reproducen los instrumentos musicales habituales en una formación de este tipo. ¿Quieres conocerlos?
El Piano de cola negro de Hape Toys es el piano de los grandes instrumentistas. Con más de 30 teclas, es ideal para los pequeños que quieran sentirse como auténticas estrellas. ¡Estamos seguros que Chopin, Beethoven, Mozart o Liszt alucinarían al verlo!
En la misma línea encontramos el Piano de cola confetti de Janod. También realizado en madera y recomendable a partir de los 3 años, su principal diferencia respecto al anterior es su aspecto: estampado y lleno de color.
El arpa es un instrumento musical muy, muy antiguo, que también tiene un papel fundamental en algunas formaciones orquestales por su particular sonido, que relaja y aporta profundidad. En Hape han ideado una Arpa de madera de mesa, resistente a las pequeñas manos de los niños, que permite seguir partituras de forma fácil gracias a una guía. Va acompañada de una cuerda de recambio, una púa y una llave para afinar. ¡Poner el instrumento a punto y asegurar la afinación es muy importante antes de empezar a tocar!
Pasamos ahora a la sección de viento. En ella no puede faltar la Flauta soprano barroca de Bontempi, la primera flauta para nuestros hijos con entonación soprano y dedeo barroco. Es la opción perfecta no solo para jugar en casa, sino también para llevar al colegio, cuando empiezan las primeras prácticas en clase de música.
Y otro fichaje para la sección de viento es la trompeta. Con su sonido fuerte y tan característico, la trompeta tiene un papel fundamental en obras sinfónicas. Janod propone su Trompeta confetti como una opción perfecta para despertar el interés en la música a los pequeños artistas.
Vistos los grandes beneficios que tiene la música en el cerebro de los niños, introducir en su vida un instrumento musical es una gran apuesta. ¡Quién sabe si algún día serán grandes intérpretes! Y si no, nos conformamos con hacerles disfrutar con algo que les podrá acompañar toda su vida: la pasión por la música.
