Su propio nombre lo indica: el objetivo de los rompecabezas es “rompernos la cabeza”, o dicho de otra forma, hacernos pensar tanto que el reto que nos proponen se convierta en un auténtico quebradero de cabeza para nosotros. Con los juegos rompecabezas, los niños desarrollan habilidades como la creatividad, la coordinación, la motricidad fina, la observación o la memoria, al mismo tiempo que aprenden a superar retos, a aplicar la lógica y a controlar la tolerancia ante las dificultades. Son una potente herramienta, también, para fortalecer su autoestima.
En este artículo, combinamos los beneficios de los rompecabezas con la presencia de un material que también nos encanta y tiene un gran poder educativo: la madera. Un material natural, suave, duradero, que potencia los sentidos… como el que utiliza Janod para crear sus 6 cubos de madera inspirados en el bosque. Los niños a partir de 12 meses tienen que juntarlos de forma correcta para construir animales como el zorro, el búho, el conejo, el mapache, el oso o el reno.
En una versión un poco más adelantada, los 9 cubos-puzzle de los animales del circo Kubkid, también de Janod, se recomiendan a partir de los 18 meses. Están fabricados en madera e inspirados en los animales del circo, como el león domador, el elefante con tambor, el oso ciclista, el hipopótamo acróbata, el gorila que baila o el cocodrilo mago.
Pasamos ahora a los encajables, como el Puzle de madera de 3 niveles de patos de Janod. Está fabricado con madera contrachapada y tiene impresa una familia de patitos.
Y finalmente, para seguir rompiéndonos la cabeza y al mismo tiempo fomentar la motricidad fina, recomendamos el Rompecabezas la ciudad de Ludattica, con 7 grandes piezas encajables inspiradas en la ciudad: un taxi, un avión, un autobús, un peatón…
¿Estás preparado para romperte la cabeza? ¿Quieres estimular tus sentidos? ¡Pues prepárate para estos rompecabezas de madera y puzzles para niños!
