Un tobogán: el complemento perfecto para tu jardín

Estamos muy acostumbrados a ver toboganes en espacios públicos: en parques infantiles, en áreas de juego en bares o restaurantes, en las zonas de recreo de escuelas y guarderías… Cada vez es más habitual verlos también en el espacio privado, especialmente en jardines o terrazas donde hay niños. Y es que son un complemento perfecto para el juego al aire libre, no solo porque ofrecen la posibilidad que los pequeños se diviertan, sino porque aportan múltiples beneficios.

Tener un tobogán infantil en casa es una forma de fomentar el movimiento en los niños, la vida activa, y combatir el sedentarismo que, desgraciadamente, cada vez es más habitual. Y de rebote, es ideal para combatir los principales problemas derivados de la in-actividad, como la obesidad infantil. Además, como siempre se colocan en el exterior, sirven para fomentar el contacto con el aire libre en cualquier época del año. ¡Con un poco de suerte, conseguiremos que los móviles, ordenadores y videoconsolas desaparezcan de la lista de prioridades de los niños durante un ratito!

Además, los toboganes tienen muchos más beneficios. El hecho de subir y bajar de ellos ayuda a mejorar el equilibrio de los niños, así como la psicomotricidad, la coordinación y los reflejos. También fortalece la musculatura de las piernas y la orientación espacial. Finalmente, los toboganes son una potente herramienta para que los pequeños entiendan su propio cuerpo y sus límites, y que sepan protegerse y mantenerse seguros de caídas.

Por todos estos motivos, decimos que el tobogán es el complemento perfecto para tu jardín con niños. Pero, ¿cuál escoger? No es fácil porque depende de la edad, del espacio disponible y de muchas otras variables, será mejor elegir un modelo u otro. Para inspirarte, te presentamos algunos de los más populares de nuestro catálogo.

Empezamos por el Tobogán Slide de Feber, una opción económica pero resistente y segura con la que los niños disfrutarán desde pequeños, ya que se recomienda a partir de 12 meses. Sus colores vivos son resistentes a la luz solar, a los cambios de temperatura… por lo que podremos colocarlo en el jardín, en la terraza o en el patio.

De la misma marca Feber pero a partir de 3 años, hay una opción muy recomendable: el Tobogán plegable con agua slide 10. Es plegable y se puede guardar con facilidad, pero lo más destacable de él es que tiene la opción de conectar una manguera en la parte alta, para que el agua baje por el tobogán y los niños se puedan refrescar. Esta funcionalidad se puede usar en verano o en primavera, pero en momentos de frío puede utilizarse sin agua.

El Tobogán xs Rosa de Smoby también permite conectar una manguera, para cuando aprieta el calor. Es apto a partir de 2 años, robusto, estable, divertido, y con una pendiente suave y poco pronunciada para evitar riesgos.

Para la misma edad encontramos el Tobogán gigante evergreen de Little Tikes, un tobogán de 1,80 metros de bajada, con una base muy ancha para más estabilidad, pero de plegado fácil y compacto.

Finalmente, te mostramos uno de nuestros toboganes más impactantes, el Tobogán con estructura de madera warsaw de Little Tikes. Combina plástico y madera de una forma muy original e innovadora. Gracias a su estructura de doble onda, la caída se va frenando y resulta totalmente segura.

¿Te han gustado algunos de estos toboganes para niños? Te animamos a probarlos en tu jardín, ¡no te arrepentirás!

Compartir en:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *