Juegos de mesa, divierten, educan y socializan

Los juegos de mesa son una potente herramienta socializadora para los niños. Mediante ellos,  aprenden a respetar el turno, a aceptar reglas, a entender nuevos conceptos, a resolver diferencias o problemas que surjan, a aceptar a cada jugador con sus propias particularidades y a aprender de ellos.

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A través del juego, el niño,  se está preparando para la vida adulta, creando estrategias, buscando soluciones y estimulando sus habilidades cognitivas. Reforzará el habla intentando razonar sus argumentos y además, comprenderá que no siempre se puede ganar, lo que les servirá para afrontar las derrotas que puedan surgir en el futuro. Para ello, es importante que juegue con sus iguales para que no le dejen ganar como hacen demasiado a menudo los adultos.

Existen infinidad de juegos de mesa, desde los educativos hasta los que se rigen puramente por el azar y todos ellos buscan incentivar el aprendizaje de un modo u otro mientras lo pasan bien. En este sentido, debemos fijarnos muy bien la edad para la cual han sido concebidos ya que la duración del juego deberá ser proporcional a  la maduración en la atención del niño. A modo de ejemplo, la duración de una partida de un juego destinado a niños de 3 a 4 años no debería superar los 10 minutos. Tras este tiempo, su atención disminuirá y perderán interés en el juego.

Entre los educativos, podemos encontrar juegos que estimulen el aprendizaje de idiomas, que relacionen países con sus monumentos más emblemáticos, animales con su hábitat, que enseñen la posición de los planetas dentro del sistema solar o incluso que ayuden a reforzar lo que aprenden en la escuela mediante letras y números.

Asimismo, son muy importantes los juegos de percepción visual y de memoria  porque estimulan la atención y les prepara para retos mayores que tendrán lugar en el futuro como exámenes o el trabajo. De esta tipología, también hay mucho donde escoger. Puzles para niños de distintos tamaños y formas, fichas de observación, con olores…

juego-mesa-puzle-ninosDebemos fijarnos muy bien en la recomendación de edad que indican los puzles. A mayor edad, más piezas y de menor tamaño. El tiempo estimado para completarlo además es muy distinto y regalar un puzle para una edad superior a la recomendada puede  traducirse fácilmente en aburrimiento y extravío de piezas.

Los juegos de memoria infantiles o “memos” son muy útiles para fomentar el desarrollo de la memoria de los pequeños. Dentro de las diferentes versiones, el juego consiste básicamente en mostrar primero las cartas e irlas poniendo del revés. Luego se les va preguntando dónde está el perrito, el pollito, el coche… esto dependerá de la temática del memo escogido, de modo que los niños deben recordar qué había tras cada una de ellas.

Los juegos de percepción visual, también teniendo en cuenta que existen muchas versiones, se basan en observar detenidamente una carta de entre muchas, para luego recibir preguntas acerca de su contenido. Son juegos muy divertidos que potencian la concentración y les estimula a esforzarse cada vez más. Y además, todo este ejercicio adicional, les va a ser de ayuda en clase y para otras situaciones de su vida.

Los juegos de estrategia van destinados a niños un poco más mayores ya que precisan de un pensamiento más elaborado, planificando y anticipándose a las acciones de los adversarios para poder ganar la partida. Suelen tener una duración bastante más larga, de entre 20-30 minutos que irá aumentando progresivamente, así como la dificultad, a medida que los niños vayan cumpliendo años.

Por otro lado, recomendamos muy especialmente los juegos en familia. Es una oportunidad para reírse juntos, sentirse queridos y aceptados, demostrarles cariño y a la vez, traspasarles valores que les servirán en la vida. Para los padres es además una forma muy útil para conocer mejor a sus hijos, detectar conductas a mejorar o graduar poco a poco su tolerancia a la frustración.

En resumen, los juegos de mesa ayudan al niño a desarrollar todas sus potencialidades y a la vez, le socializa preparándole para la vida adulta.

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