De todas las materias que forman el currículo escolar, a menudo damos una importancia menor a la clase de plástica o de manualidades y sin embargo está ahí ¿Por qué?
De entre todas las respuestas que nos daría un educador, la más importante es la de que ayuda desarrollar la motricidad fina de los niños, aunque también su creatividad, imaginación, coordinación, lateralidad y muchos, muchos otros buenos motivos.
Pero ¿por qué es tan importante un buen desarrollo de la motricidad fina? Porque permite ir perfeccionando poco a poco los movimientos de sus manos, adquiriendo precisión, eficacia y harmonía para llegar a dominar el trazo y posteriormente, lograr escribir correctamente.
Y todo eso es mucho más complicado de lo que parece, se deben ejercitar pequeños grupos de músculos además de huesos, tendones y articulaciones. Pero como todo en la vida, es cuestión de entrenamiento y práctica y por eso en todas las escuelas se imparten estas clases.
Una de las actividades estrella es la plastilina. Con ella los niños pueden tocar, apretar, soltar, golpear, aplastar, redondear, cortar, volver a unir para finalmente dar la forma deseada a la masa. En este proceso, con el que disfrutan muchísimo, además de ayudarles en su desarrollo motor, les estamos ayudando a crear, a imaginar, a aprender a concentrarse, a coordinar, ver cómo se mezclan los colores y un largo etcétera que en resumen, resulta muy beneficioso para ellos.
También existen otro tipo de texturas moldeables como el Patarev (mucho más ligero y nada graso), la arcilla, el Eco Painting Mulberry (hecho de corteza de morera), una sencilla masa de pan o incluso el yeso para poner en moldes.
Como los niños necesitan cambiar de actividad con frecuencia para no cansarse, es recomendable alternar esta actividad con otro tipo de juegos de manualidades como recortar –que es especialmente difícil de aprender-, pegar y despegar gomets, hacerformas con ellos, dibujar y pintar con diferentes herramientas (ceras, lápices, acuarelas, etc.,), perforar, rasgar, hacer bolitas de papel y encolar, etc.,
A medida que los niños crecen, las posibilidades son mayores y cada vez más complejas. Por ejemplo, están los Playmais, que para quienes no los conozcan, son unas pequeñas piezas de colores que se pegan entre sí con sólo humedecer los extremos.
Esta actividad es extraordinaria y las posibilidades son infinitas, se puede crear casi cualquier cosa ¡incluso en 3D! Es muy recomendable porque estimula la imaginación y la creatividad y se obtienen grandes resultados sin tener que dedicar mucho tiempo ni esfuerzo.
Además de estas, hay otros juguetes de manualidades con los que los niños disfrutan muchísimo como por ejemplo la papiroflexia, los mandalas, kits de arenas de colores, talleres para hacer jabones, velas, bombones…. Son tantas las opciones, que en Eurekakids tenemos una categoría entera dedicada a esta actividad ¿Quieres conocerla?
