El origen de la palabra “origami” procede de los vocablos japoneses “ori” (doblar) y “kami” (papel). El origami es un arte japonés en el que a través del plegado de papel, sin usar tijeras ni pegamento, pueden crearse múltiples formas y figuras e incluso, pequeñas esculturas de papel.
Su popularización en España vino de la mano del conocido escritor Miguel de Unamuno y sus obras acerca de la “cocología” o arte de hacer pajaritas de papel, término creado por el propio Unamuno que deriva de “cocotte” que significa algo como “pajarita” en francés. Hasta ese momento, el origami había tenido muy poca relevancia en territorio hispano hablante, considerándose a Unamuno el padre de la papiroflexia hispanoamericana.
Hoy en día, la práctica del origami es conocida por aportar múltiples beneficios a todo el mundo, pero es especialmente importante para los niños dado que promueve su desarrollo tanto físico como mental.
Potencia el desarrollo coordinación ojo-mano y motricidad fina
Mediante la práctica del origami, los peques deben realizar pliegues con cuidado y precisión, ejercitando los músculos, nervios y huesos de sus manitas. Cabe destacar que las habilidades aprendidas mediante el origami, suponen una base fundamental para la capacidad de escritura de los peques.
Estimula la concentración y la memoria
El origami exige una atención y un esfuerzo mental para plegar el papel en el orden correcto y prestar atención a todos los detalles para conseguir así la figura deseada. Además, realizar una figura es incompatible con la realización de otra tarea, pudiéndose considerar una técnica perfecta de mindfulness – atención plena –.
Asimismo, a medida que los peques ejecutan una misma forma varias veces, empiezan a recordarlas y hacerlas sin necesidad de instrucciones.
Activa la imaginación
Una de las ventajas de la papiroflexia para niños es la libertad que proporciona a la hora de practicarla. Los peques pueden realizar sus propias creaciones de papel, estimulando simultáneamente su imaginación y su creatividad.
Desarrolla la paciencia
Es muy probable que los peques no logren su figura deseada a la primera, sobre todo durante el periodo de iniciación al origami. En consecuencia, aprenderán a ser constantes y pacientes hasta lograr su objetivo.
Fomenta la comprensión del esfuerzo y el trabajo
Los peques toman consciencia de que para lograr sus objetivos deben esforzarse. Así pues, en el caso del origami, para conseguir la figura que desean tendrán que aplicar un gran trabajo de concentración y precisión.
Promueve el pensamiento lógico
Según el reconocido psicólogo Jean Piaget, el pensamiento lógico se construye en la mente del peque en base a experiencias previas obtenidas a través de un aprendizaje didáctico (observación y exploración). Estas permiten interactuar con objetos, juguetes, etc. con el objetivo de comprender sus diferencias, clasificación o cantidades mediante sencillas operaciones matemáticas. La papiroflexia es una práctica idónea para promover su desarrollo en un ambiente dinámico y divertido.
Asimismo, es importante destacar que el origami también está estrechamente relacionado con las matemáticas. Los pliegues del papel suponen operaciones de simetría y geometría y existen varios teoremas, como el teorema de Maekawas y el teorema de Kawasi, que reflejan el carácter matemático de esta práctica.
Potencia la satisfacción emocional
Cada vez que los peques logran la figura que se habían propuesto, sienten una enorme satisfacción de la tarea que han conseguido completar con sus propias manos.
Promueve la sensación de relajación
Mientras los peques están ocupados creando sus propias figuras de papel, olvidan los problemas o situaciones de estrés que hayan podido sufrir durante el día.
Supone un tratamiento útil de trastornos infantiles
El origami también es una práctica beneficiosa para niños con trastornos como la dislexia o el TDAH. En primer lugar, promueve la fijación de la lateralidad de los hemisferios dado que requiere la utilidad de ambas partes del cuerpo – mano derecha e izquierda – y de la vista. Así pues, estimula una mayor asimilación de conceptos relacionados con la lectoescritura, la visión espacial y el desarrollo matemático.
Paralelamente, también aporta beneficios a niños con TDAH – Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad –, ayudando a ejercitar el sentido del orden ya que para conseguir el resultado esperado, los pasos deben ser ejecutados de forma ordenada.
En definitiva, además de ser el arte de doblar papel, el origami es una práctica que aporta múltiples beneficios al desarrollo tanto físico como cognitivo de los pequeñines. En Eurekakids somos conscientes de ello y por eso, podrás encontrar múltiples juegos de papiroflexia, origami para niños y kits de origami en nuestra sección Manualidades y otras actividades creativas 😉
